reviews2

Este documento presenta tres momentos: aclaraciones sobre las fuentes de información; desarrollo del recorrido histórico que evidencia las dinámicas de la cuenca; y balance de los aprendizajes según los procesos organizativos y comunitarios de las acciones ejecutadas.

1. Acerca de las fuentes de información.

El acopio de información fue dispendioso pues está disperso en los archivos de algunas organizaciones, instituciones y líderes locales. Se entrevistó a personas vinculadas a Asamblea Sur, Territorio Sur y líderes de gran trayectoria local.

Se revisaron publicaciones y actas de reunión de la mesa interlocal; boletines informativos de organizaciones sociales; el derecho de petición presentado por Asamblea Sur ante la Alcaldía Mayor en Febrero de 2006;derechos de petición presentados a diversas instituciones distritales y nacionales; documentos institucionales como el POT y planes de desarrollo de Tunjuelito y los planes maestros.

2. Antecedentes sobre la importancia del Tunjuelo.

Comprender las dinámicas en perspectiva histórica implica un balance de los antecedentes que tienen para Bogotá el río Tunjuelo como fuente de recursos para la ciudad, por las características que posee:

- Es un cuerpo de agua con “73 kilómetros, es el río más grande que tiene la ciudad y con sus aguas abasteció el primer acueducto moderno que tuvieron los bogotanos”.
- Está conectado con el primer sistema hídrico del país, pues es el afluente del río Bogotá, que vierte sus aguas al río Magdalena.
- Está ubicado en una cordillera sedimentaria, lo que significa que se ha conformado por materiales sueltos que luego de millones de años de evolución son aptos para la construcción. Estos materiales además han sido arrastrados por el río, moldeando el territorio de la cuenca alta, media y baja del Tunjuelo.
- El río nace en el páramo de Sumapaz y tiene tres afluentes que lo originan: el Curubital, el Mugroso y el Chisacá. “Dos quintas partes de la población de Bogotá habitan hoy en su cuenca, que fue urbanizada en los últimos 100 años.”

Estas particularidades el transporte de agua y materiales sólidos, haciendo del territorio apto para la vida animal y vegetal, y conformación como corredor ecológico y paisajístico. Estas responden a una comprensión del río desde el enfoque hidráulico, es decir, para suministrar agua y aprovechar los recursos que ofrece, de esta manera las primeras intervenciones se relacionan con embalses y asentamientos humanos de carácter rural.

Algunos datos encontrados sobre el río dan cuenta del problema de abastecimiento de agua a inicios del siglo XX, por ejemplo, la primera fuente que hace referencia al aprovechamiento de las aguas del río tiene fecha de 1886, cuando el ingeniero José Peña encargado de la Comisión permanente de aguas del municipio de Bogotá hizo alusión al Tunjuelo como fuente de abastecimiento para el futuro de la ciudad.

En 1938 ante la escasez de agua potable para la ciudad, se construyó el embalse La Regadera, pero no tenía la capacidad adecuada, por ello, en 1940 hay escasez de agua a consecuencia de un fuerte verano, incluso en 1944 se padecen racionamientos.

Sobre las reformas que debían hacerse al acueducto de Bogotá, el ingeniero Arthur Casagrande, propuso la construcción del embalse de Chisacá, ésta se concretó en 1950 aguas arriba de La Regadera, e interviene la cuenca alta del Tunjuelo, zona vulnerable a fenómenos atmosféricos.

Por la época se evidencian dinámicas de crecimiento en la ciudad. Usme es incluida como parte del Distrito Especial de Bogotá, coincidiendo con el desarrollo hacia el sur de los barrios Restrepo, 20 de Julio, Venecia, Claret, Quiroga y luego Kennedy, y la incorporación de municipios como Bosa, Fontibón, Suba, Usaquén y la aparición de curtiembres, canteras y la escuela de artillería.

Para ese momento, Colombia presenta fuertes desplazamientos hacia las áreas urbanas por diferentes motivos: algunos ciudadanos huyen de la violencia tras la muerte de Gaitán y la consolidación de algunas guerrillas liberales; otros van a las ciudades en busca de oportunidades para mejorar sus condiciones de vida. Los desplazamientos tienen efectos en el suministro de servicios públicos, la desproporción entre demanda y oferta de agua exige nuevas fuentes de abastecimiento, que temporalmente transforma el protagonismo del Tunjuelo a principios del siglo XX.

a. Asentamientos urbanos e industriales.

Hacia 1968 las autoridades desarrollan trabajos de infraestructura que protegen de inundaciones, demostrando que el crecimiento urbano se estaba dirigiendo hacia la zona más vulnerable de la cuenca. Es importante señalar que los mejores terrenos dispuestos para la construcción se otorgan al sector privado y las zonas más frágiles para la construcción ilegal, que representan posteriormente inundaciones y contaminación por aguas servidas.

El sur de Bogotá creció en torno a carreteras y núcleos económicos, según las necesidades de los nuevos pobladores: carretera Chipaque - antigua salida al Llano, escuela de artillería, la Picota, explotación de gravillas y gredas, fábricas de ladrillo y algunas industrias.

“Digamos que eran dos fincas grandes, el proceso de urbanización gira en torno a la expansión industrial, por ejemplo, Colmotores, alrededor de esta empresa crecen algunos barrios que circundan a la Sevillana, Croydon, Riocca, Azulk, el Frigorífico, una procesadora de aceite, una hilandera, hay casi 30 o 40 empresas entre medianas y grandes. Uno alcanzó a ver que todavía había trigo cultivado, y entonces las empresas que había, por ejemplo, una procesadora de alimentos compraban el trigo, casi era cultivo de ellas, para el lado del Perdomo todavía eran trigales, estamos hablando de la finalización de la década del 70.”

Para este momento se consolida el sector privado como actor fundamental en la intervención física de la cuenca, en primer lugar, el vertimiento de contaminantes al río por parte de las costumbres y el frigorífico y, contaminación de aire por las canteras; en segundo lugar, la dinámica de poblamiento de la ciudad y la consolidación de barrios como Venecia en lo referente al acceso a servicios públicos.

Una forma de regular la intervención en la cuenca es la construcción planificada que implica “la elaboración de un programa vial de 1973-1976 con base en el programa vial de 1961 y nuevos estudios.”

Estas formas de intervención física se relacionan con la consolidación de Bogotá como capital nacional y la intervención del estado se materializa en “el plan de desarrollo de las cuatro estrategias que incentiva la urbanización y la construcción como generadora de empleo. Con ello nace la UPAC, sistema de financiación de vivienda que transforma radicalmente la construcción en todas las ciudades.”

En 1972 la intervención estatal presenta transformaciones administrativas en el manejo interno de Bogotá, como la creación de las alcaldías menores que no responden al proceso formal de descentralización como en la década del 90, sino a un intento sistemático de organizar la manera de intervención en la ciudad.

Sobre las dinámicas con las que funcionaba este modelo de administración para Bogotá uno de los habitantes recuerda:

“La institucionalidad del Distrito era débil, estábamos en el modelo de zonas, el alcalde local era casi un jefe de policía exclusivamente, no había presencia del distrito que hiciera trabajo en las diferentes zonas, simplemente era como una delegación del alcalde mayor, ellos lo ponían ahí y uno ni siquiera se enteraba quien era el alcalde de su zona y en ese sistema Tunjuelito estuvo adscrito a Usme, como hasta el 70 más o menos.”

Hasta este entonces no hay intenciones sistemáticas para intervenir sobre el río. El Estado es débil al no lograr formular políticas que den cuenta de las necesidades de los habitantes y regulen las acciones sobre el río; el sector privado está en proceso de consolidación de industrias y considera al río una materia prima barata, oportuna y cercana a la ciudad; y finalmente para el sector comunitario el río es una oportunidad para construir sus viviendas, pero el proceso de poblamiento estaba en sus inicios, lo que implica poca organización.

Esto indica que no existe una perspectiva territorial que abarque la cuenca para los actores, más se asume una posición gremial (para el caso de los sectores económicos), y barrial (para el caso comunitario). Por su parte, el Estado se ocupa de manejar los asuntos territoriales de manera administrativa, atendiendo los problemas por barrios o problemáticas específicas. El tema rural no era visible en las dinámicas de la ciudad, lo que corresponde a una concepción de Bogotá reducida al espacio urbano.

b. Primera mirada sobre el río como un problema ambiental y de salud.

Durante 1986 se hizo un estudio cartográfico total de la cuenca del río Tunjuelo, hasta ese momento todos los planos existentes mostraban secciones de él, sugirieron quizás que nunca el Tunjuelo fue considerado como un cuerpo vivo en toda su entereza y complejidad. “Se inició levantamiento del perfil geológico topográfico de la cuenca alta del Tunjuelo, se detalló la toponimia, cuencas tributarias y otros accidentes que conforman esta zona. Es para destacar que el estudio le dio énfasis al papel estratégico de la ubicación del páramo como ecosistema que da origen a este río.”

En este periodo se presentaron acciones de intervención física sobre la cuenca, especialmente en la zona de Ciudad Bolívar, lo que trae consigo el poblamiento de los cerros y el impacto ambiental en la cobertura vegetal, reflejada en las siguientes dinámicas:

-Las demandas de los primeros procesos organizativos son de carácter primario, como la exigencia de vías, vivienda e infraestructura física. Aún las comunidades no tienen la noción de territorio, “la organización era más comités cívicos, no una organización fuerte y estructurada con los modelos de organización, (...) se peleaba por cosas, incluso algunos movimientos estudiantiles, porque en cierta medida hay nexo con las universidades y los profesores, entonces los estudiantes tenían una fuerte injerencia.”
-El crecimiento de la ciudad presiona la producción de materiales de producción y por lo tanto, el aumento de ins¿dustrias extractivas.
-El sector privado tecnifica sus productos, gracias a la debilidad normativa, absorbe los procesos de producción familiar y artesanal que se evidencia en la industria extractiva y en los curtiembres.

Los procesos organizativos de los actores comunitarios y el Estado son incipientes. Se inician estudios institucionales que permiten comprender la complejidad del territorio y de las dinámicas que allí operan.

En 1988 surge el relleno sanitario doña Juana con una extensión de 450 hectáreas, se constituye en un servicio básico para el manejo de los residuos sólidos de Bogotá, al tiempo una fuente de contaminación para Ciudad Bolívar.

Más adelante en 1992 se presenta el proceso de descentralización administrativa que posibilita la creación de instancias ciudadanas y autoridades locales como las juntas administradoras locales y algunos consejos. Implica dos tipos de intervención sobre la cuenca:

-Asentamientos humanos por parte de dos sectores: el comunitario en terrenos ilegales y el privado que se acoge a la normatividad recientemente creada para controlar los asentamientos legales.
-Obras de infraestructura para garantizar mejores condiciones de vida a los habitantes, que logran -por varias vías- asentarse legalmente. De esta manera se presentan los tres actores que intervienen históricamente la cuenca (sector privado, comunidad, estado) y hacen evidentes los intereses que se mantienen sobre la misma.

c. Cualificación del sector comunitario

Es un periodo que empieza con grandes retos para el sector comunitario y su relación con el estado: consolidar los procesos organizativos para dialogar con las nuevas formas de administración, aprovechar al máximo los escenarios de participación y evidenciar los límites de dichos modelos.

Para ser interlocutor ante las instituciones estatales se exige a las comunidades un proceso de cualificación y legalización, reestructuraciones internas para ser reconocidas legalmente por el estado y acceder a la participación. Es un proceso que inserta a las organizaciones en lógicas de competencia empresarial, supuestamente modernas y procesos de planeación formal.

En 1995 se dan las primeras reuniones entre algunos sectores comunitarios y las direcciones locales en salud en la cuenca del Tunjuelo que desarrollan actividades que contribuyen a la construcción de una noción territorial de cuenca, como dibujar el mapa de un río para evidenciar la relación entre la gestión, el saneamiento y la vocación del Tunjuelo.

Las reuniones se realizan periódicamente, consolidándose como un espacio de información en torno a las problemáticas de la cuenca y la función de las instituciones estatales. Diferentes instituciones como Acueducto, DAMA, IDRD, CAR, Acción Comunal, Secretaría de Salud, entre otras. En estas reuniones que se denominaron “mesa del río” se presentaban las acciones, presupuestos y planes a ejecutarse cobre el territorio de la cuenca.

En 1997 se articula un proceso propuesto por FIDHAP, en el que se trabaja desde la metodología ISAT, que contempla como eje y componentes “la calidad de vida y la territorialidad; los factores determinantes en la configuración del espacio urbano y sus relaciones con los ámbitos rurales; la dimensión ambiental; los conceptos o imaginarios de ciudad; los procesos de producción; los procesos históricos o culturales; y los conflictos.”

Con la metodología ISAT se acuña el río como símbolo, se construye un marco conceptual propio para la mesa interlocal, se apropian estudios técnicos sobre las problemáticas. Contempla cuatro campos estratégicos: “el fortalecimiento de sujetos sociales; la apropiación del territorio; la productividad territorial; y las políticas públicas. Además se considera de manera transversal, la calidad de vida que propende por la recuperación integral de la cuenca del río Tunjuelo. Se entiende como un procesos que compete a todos y por ello se busca un enlace institucional con la actuación de varias instituciones estatales.”

El documento explica algunas estrategias que involucran actores comunitarios e institucionales:

a. Gestión institucional con organismos distritales, regionales, nacionales e internacionales para concertar la participación en el desarrollo de programas y proyectos locales.
b. Coordinación institucional para salvar a la cuenca del río y trazar macroproyectos con estrategias y oportunidades.
c. Construcción de comités locales ambientales para promover la participación comunitaria.

Las estrategias permiten comprender la cuenca integralmente y articula organizaciones de ocho localidades. La mesa interlocal se presenta como un espacio que procuraba apertura, estudiando las problemáticas y la convergencia de los diferentes sectores, a fin de generar un ambiente de discusión y construcción colectiva.

“Entonces dijimos desde las organizaciones locales debemos entrar a estudiar, debemos empezar a mostrarnos como interlocutores válidos frente al estado, y decirles: no estamos de acuerdo con las prácticas que se están implementando, (...) nos parece que estas son buenas pero hay que mejorarlas. Digamos que se crearon unos espacios de preparación de las comunidades a partir de proyectos ejecutados por la alcaldía local de Tunjuelito, de la misma mesa interlocal nacieron propuestas de capacitación en el concepto de cuenca, en el concepto de lo ambiental.”

La mesa interlocal hacía reuniones con expertos e instituciones para el seguimiento técnico de las problemáticas. En este proceso participan organizaciones interesadas en la temática ambiental: “Ahí fue donde nos encontramos con Pedro, ahí estuvo la gente de Suasi Yewae, de Germán, estuvo Javier Reyes de Corpocristal, Jorge López de la organización Codepsir, un combo de gente de organizaciones de diferentes partes que empezamos a encontrarnos y a pensar la cuenca.” Se contó también con la integración de personas de Copacos, acciones comunales, parque Entrenubes y humedales de Bosa, entre otros.

Una ganancia importante desde la perspectiva política fue hacer evidente el problema ambiental. Al respecto se menciona que :

“Lo que sucedió ahí fue que la mesa empezó a ganar un posicionamiento fuerte en la ciudad y colocó eso en la agenda pública, se puso en la boca de mucha gente, de muchos procesos y muchas instituciones, y ahí fue donde se empezó a pensar en cuenca.”

Al identificar las problemáticas de manera amplia, se reconocen los diferentes actores que intervienen en la cuenca: sector privado, el Estado y las organizaciones; y evidencian problemáticas sobre los temas ambientales concretos, estructura participativa y ejecución de las propuestas que vinculan las comunidades.

-La cualificación de líderes y organizaciones de la localidad desencadenó un tipo de acción política al cuestionar la causa estructural de las distintas problemáticas que afectan al río. Así mismo, estudiar y discutir políticas propuestas por la administración y los intereses económicos del sector privado en juego, al momento de intervenir físicamente o legislar sobre la cuenca.
-El convenio entre las localidades de Usme, Tunjuelito, Ciudad Bolívar, Kennedy, Bosa, Rafael Uribe y San Cristóbal significó: integrar acciones ambientales demostrativas, cualitativas, cuantitativas que avanzan en el tratamiento de las problemáticas que afectan la cuenca y propendan por mejorar el entorno y la calidad de vida de la población.

Contribuyó a la comprensión amplia del territorio y las problemáticas que la configuran, además de algunos aportes sobre los actores y sus intereses, que se publican con presupuesto de planes locales. De esta manera, desde la mesa interlocal se gestionó el desarrollo de proyectos que permitieron su funcionamiento y la producción documental sobre temáticas ambientales puntuales.

-Se organizaron cuatro foros del río, entre 1998 y 2001, donde se trabajaron como ejes temáticos el recurso hídrico, residuos sólidos, emergencias, contaminación, canteras y políticas públicas. Los foros permitieron socializar información de las diferentes temáticas.
-Se realizaron diferentes audiencias públicas con el Concejo de Bogotá, Alcaldía Mayor, Alcaldías locales y Empresa de Acueducto de Bogotá acerca de temas como: residuos sólidos, quebrada Limas, emergencia por la inundación de San Benito, canteras, POMCA, ruralidad; algunos de estos fueron vinculados a la agenda pública.

Durante este periodo el Estado se concentra en el diseño y ejecución de políticas en relación con el POT que incluye la cuenca del Tunjuelo. Incide en la estructura ecológica de la ciudad; cerros tutelares, río Bogotá y humedales, río Juan Amarillo, Fucha, Tunjuelo y los parques metropolitanos y zonales.

Se diseña una disposición normativa que regula las actuaciones sobre los territorios que incluye planes maestros por áreas, en el caso de la cuenca: construcción del parque industrial minero para la explotación de arena, gravilla y cemento; la consolidación del parque ecoeficiente de San Benito. Estos se articulan con megaproyectos en los que se vincula a Bogotá en las dinámicas de una economía “regional”.

Por otro lado, los actores comunitarios recogen experiencias y acciones ejecutadas sobre la cuenca:

En primer lugar, los procesos de organización campesina, de importancia por el cuidado del páramo, las microcuencas y su actividad rural como condición de vida. Ejemplo, la resistencia de la organización campesina del Parque los Soches, logra autodeterminarse como campesinos dentro de la construcción del POT.

En segundo lugar, el incumplimiento del Estado frente a la última emergencia causada por inundaciones en la cuenca, implicó la disolución de la mes interlocal y el inicio de nuevos procesos organizativos. Al respecto se recuerda:

“Hacia el 200 empieza a consolidarse desde la asociación de juntas de Ciudad Bolívar y Tunjuelito, que se denomina Asamblea Sur, ya que la asamblea es la metodología fundamental a la que acuden. Ellos plantean que los estudios no cambian la realidad, y que se deben generar acciones más contundentes frente a las instituciones para que éstas cumplan sus funciones, además que es la comunidad la que genera procesos participativos.”

Para otros, la disolución de la mesa hace parte de un proceso natural, en el que convergen la inundación y la finalización de recursos:

“Para el 2002 el río inunda las zonas mineras, se dan obviamente una gran cantidad de riesgos sobre los pobladores y los barrios vecinos. Un año antes parece que en la mesa se estaban gestando otros dos procesos, producto de la terminación de recursos en el 2001, que se había dejado de ejecutar en el 200. Entonces, (...) bajó mucho la intensidad en la participación, en organizaciones intentamos seguir con la dinámica de la Mesa, pero no era lo mismo, porque cuando no hay esos apoyos y esas coordinaciones, más bien como que no se pueden hacer las cosas.”

Por lo expuesto, se infiere la permanencia de dos procesos diferentes, que al parecer no realizan trabajo conjunto, a pesar de ser organizaciones que tienen trabajo en varias localidades de la cuenca. En primer lugar esta Asamblea Sur, ésta surge:

“A partir del 9 y 10 de junio de 2002 ocurrió un hecho lamentable para la ciudadanía del sur, que fue la inundada de las cárcavas o excavaciones mineras existentes en las cercanías de la escuela de artillería; estoy hablando de los límites de las localidades de Tunjuelito, Ciudad Bolívar, Usme y un sector de Uribe Uribe, el sector donde está la Picota. A raíz de esa inundación surgió la necesidad de reunirnos en torno a qué hacer con esas inundaciones, y pues unos compañeros míos (...) se reunieron en torno a procesos de 4 asociaciones de juntas: la de Ciudad Bolívar, la de Tunjuelito presidida por Fabio - en ese momento yo era fiscal-, la de Bosa y la de Usme, y en torno a esos con habitantes del barrio México que fue el sitio donde se creó el proceso Asamblea Sur y donde continúa haciendo unos trabajos arduos, porque la problemática gruesa nuestra es apuntar hacia la explotación minera a cielo abierto hecha en la cercanía de la zona de los pobladores.”

El proceso de Asamblea Sur lo realizan líderes comunitarios y recoge la experiencia de estudio y trabajo acumulada en la mesa interlocal. Algunos de los líderes coordinadores actuales del proceso, ubican los antecedentes de las problemáticas e indican:

“En honor a la verdad, (...) alrededor del río Tunjuelo y en parte con alguna aproximación a la cuenca (...) muchos antes de Asamblea Sur, venían personas trabajandole, sobre todo al río ¿si? con un criterio ambiental, sanitario y por tramos, dependiendo de donde la gente habitaba.” Asamblea Sur se consolida en el trabajo con las poblaciones y líderes comunitarios, así lo manifiesta uno de los integrantes de la coordinación:
Lo que hacemos es ambientar, motivar , asesorar en lo que podamos, y atender, porque de los pobladores aprendemos mucho. Entonces ese es en sí el proceso, se convierte en asambleas permanentes en los puntos de conflicto, de acuerdo a cada territorio donde se desarrolla este problema, pero a la vez, lo que se hace desde la coordinación es tratar de articular todos estos problemas para que la gente que viva en Bosa, por ejemplo, sienta que el problema del basurero de Los Mochuelos es un problema de toda la ciudad, también inherente a ellos, como lo es a los de Sumapaz, así ellos no arrojen basuras.”

Analizamos cuatro tipos de acciones sobre la cuenca del Tunjuelo, según el trabajo desarrollado: acciones políticas, pedagógicas, simbólicas y jurídicas.

Acciones políticas. La propuesta de participación e intervención directa que propone la organización, se basa en el concepto de asambleas permanentes. Con ellas pretende movilización social en torno a problemáticas concretas, que lejos de ser vistas como un evento, son parte de estudio y seguimiento a las diferentes condiciones que aquejan a los pobladores de la cuenca.

“Digamos que concepto de asamblea permanente no se da como una acción o un evento. El concepto es de permanencia en el territorio, haciendo todo tipo de tareas. No es sólo asambleas grandes, reuniones, acciones; sino conseguir información, conversar con la gente, transmitir, analizar, todo eso para nosotros es el concepto de asamblea permanente. Posterior se da unos conflictos tan fuertes que la gente es la que dice: bueno, ya conversamos, hablamos y estudiamos, de hecho la gente es la que siempre está protestando. Lo que hacemos nosotros es acercarnos y establecer la asamblea permanente, ya en en un conflicto determinado y de ese es que habla Oscar, uno concreto es el de Mochuelo.”

Dentro de esta concepción territorial se han logrado consolidar asambleas permanentes:

“Sobre el basurero de Doña Juana se ha movido más en la parte de los Mochuelos y Usme; asamblea permanente en las zonas de impacto de las multinacionales mineras, se mueve más en Tunjuelito, México y la Aurora; asamblea permanente en la zona minera de Usme, ahí hay un proceso local que se llama alianza comunitaria, gente que comparte el proceso de Asamblea Sur y algunos compañeros de ahí son de la coordinación de Asamblea, esos son como los 2 o 3 procesos de asamblea permanente sobre el ritmo de Asamblea Sur.”

Una acción política de esta organización fue la movilización organizada en octubre y diciembre de 2005 en Mochuelo, con el propósito de evitar la expansión del relleno Doña Juana, arrojó acuerdos y compromisos por parte de entidades institucionales, unido a un proceso de seguimiento permanente de la sociedad organizada.

Acciones pedagógicas. Son de carácter informal, espacios de estudio y formación con pobladores de la cuenca. Difusión de información sobre las problemáticas que generan situaciones de aprendizaje. Nace la necesidad de un centro de documentación que involucre otras organizaciones para obtener información restringida. Sobre la propuesta de escuela se dice:

“Hay una cosa importante que viene caminando como nosotros, se trata de la escuela de formación El Sur camina,. Es un aula abierta, es todo el territorio de la cuenca urbano-rural del río Tunjuelo, desde donde nace en el Sumapaz hasta donde el Tunjuelo deposita sus aguas en el río Bogotá, pero no es ni siquiera en el nacedero del río Tunjuelo sino donde nace el Sumapaz, allá donde está la vereda San José, en la primera escuela distrital, vista de allá para acá o la última vista de aquí para allá.”

Acciones jurídicas. Han desarrollado demandas contra las multinacionales mineras, estas han cambiado el cauce del río generando la inundación de las cárcavas, además de traer graves efectos ambientales, pues el río no puede controlar su cauce. Se suma la búsqueda natural del cauce del río por los meandros en que hay construidos barrios. Otras acciones jurídicas son derechos de petición a diferentes instituciones en seguimiento a los acuerdos realizados para mitigar los efectos de las inundaciones, y el impacto del relleno sanitario y las cárcavas sobre la población.

Acciones simbólicas. Su objetivo es la movilización social constante, como muestra se menciona:

“Un señor dijo hagamos marcha de antorchas para crucificar a Mockus al borde del río, no por redentor como Jesús sino por malo como Barrabás. Claro yo personalmente creo y quiero a Barrabás, pero un compañero propuso eso, hagámoslo y eso genera protesta, genera denuncia, pues hagámoslo y se hizo. ¿Eso por qué gustó? Porque alrededor del problema del riesgo por la inundación, inclusive alrededor de los problemas ambientales o del desbordamiento, que recordemos, no se había hecho una protesta popular en la calle, o sea, se protesta por el alza del pan, de la gasolina, por los servicios públicos y es válido, pero nunca se había protestado por un río”

Otra experiencia central es Territorio Sur. Nace de la Mesa Interlocal, en palabras de uno de sus integrantes;

“Empezaron como a dibujarse dos procesos, que yo diría salen de ahí, uno es Territorio Sur. Entonces hacemos ese reencuentro con organizaciones de la Mesa, y empieza a articularse fuertemente con organizaciones de jóvenes y ese es el gran tinte que tenemos nosotros.”

En el reencuentro se plantea la necesidad de coordinar acciones y continuar con una perspectiva de cuenca, el objetivo es validar la dinámica conceptual que se trabajó en la mesa y definir el perfil de la organización desde el trabajo juvenil.

“Fue una especie de desayuno, una vaina muy pequeña, más con la gente de la Red Pilomayo, el gordo, Morris, para mirar a ver qué había pasado con la dinámica del río, y ya SIE como organización había contactado otras organizaciones juveniles porque hicimos el proceso en el Consejo de Juventud, entonces como que ese reencuentro con la Mesa y esa vinculación con lo juvenil, empieza a dar la forma de lo que ahora es Territorio Sur.”

Las acciones simbólicas desde el reconocimiento de la cuenca, establecer un vínculo fuerte con ella y configurar una de las acciones más representativas de esta organización: la travesía por toda la cuenca, desde su nacimiento hasta su desembocadura en el río Bogotá. Al respecto se comenta:

“En el 2001 volvimos a reencontrarnos, a pensarnos otra forma organizativa y en el 2002 instauramos la primera travesía al río Tunjuelo, significó mucho para quienes participamos. En la travesía siempre hay un grado fuerte de emotividad para los que la hacemos, igual uno trabaja, vive y hasta devenga muchas veces por el río, y entonces mínimamente saber hablar de él es obviamente ir a conocerlo, como que sentimos una necesidad de tener autoridad moral para hablar del río, y que mejor que caminándolo, entonces por eso nosotros desde que nace hasta que desemboca lo conocemos palmo a palmo. Esa primera travesía fue tan importante porque después de eso los participantes generaron esa vinculación fuerte con el territorio, entonces nos permitió fortalecer las acciones, los liderazgos, las organizaciones y establecimos que esa fuera la actividad clave que estuviéramos nosotros impulsando.”

Como acción pedagógica se desarrolla un proceso formativo en dos escenarios, dentro de la escuela de liderazgo de Territorio Sur, y en foros que periódicamente se desarrollan:

“En el 2003 se realizó el primer foro regional de jóvenes y Territorio Sur, Participaron como 500 personas en el INEM del Tunal. Era el primer encuentro de organizaciones y combos de jóvenes con la intención de conocerse en el marco de los conflictos ambientales de la cuenca. En el 2004 realizamos el segundo foro regional, esta vez el tema fue el agua, y con él centramos las acciones sobre conflictos, en torno al uso, manejo, programas de conservación y ordenamiento de la cuenca. Nuevamente los jóvenes entran en discusión, ellos empiezan a intervenir mucho más, porque son relatores, moderadores, coordinan el foro, arman una presentación cultural, artística o fotográfica: entonces como que ya iba cogiendo más forma lo que iba siendo el proceso.”

Los foros son realizados por la organización de manera independiente o en convenio con instituciones como la Universidad Distrital, que implica una gestión administrativa importante que relaciona al territorio con otras organizaciones, brindando continuidad y legitimidad a los procesos desarrollados.

Respecto a la intención de la escuela se comenta:

“La escuela se diseñó con Chilcos y Asdoas en ejes temáticos para la formación: uno es lo ancestral, la identidad, entonces la escuela hace que cada organización con los jóvenes desarrollen estos temas, independientemente de los horarios y espacios que cada uno va encontrando con los muchachos en sus lugares y van llevando a cabo los temas. Lo ancestral tiene que ver con lo muisca, el sentido de pertenencia e identidad, sobretodo en este lugar que fue habitado por la comunidad muisca. Se hacen conversatorios, recorridos por el sendero muisca con Asdoas de Usme, se charla con Chiquis (Sacerdotes muiscas).”

Finalmente se encuentran las acciones políticas, como eje fundamental de la formación que se promueve:

“El otro eje de la escuela de liderazgo es participación y desarrollo juvenil, Territorio Sur, donde la red juvenil está vinculada con un proyecto a nivel nacional que se llama: prevención de violencia y desarrollo juvenil, es un proyecto que vienen haciendo 5 países y en Colombia dos organizaciones son la delegación, que es la red de Territorio Sur y la red Ciudad joven. (...) Ahí se viene pensando un marco conceptual para mirar de qué manera reducir los niveles de violencia, que se están presentando con y para jóvenes, y también los programas de desarrollo con ellos, lo interesante de esto, es que llegaría a repercutir sobre 5 naciones, y se está haciendo un trabajo para mirar qué tipo de incidencia se puede hacer en las políticas de juventud y en las políticas de desarrollo.”

La propuesta de participación es evidente en los escenarios públicos: consejos de juventud y políticas de juventud, allí proponemos que el joven puede incidir en las discusiones que hacen referencia a diversas temáticas, para este caso, lo ambiental. Al respecto comenta:

“Nosotros trabajamos lo ancestral, entonces la propuesta directa es que se puedan reconocer el trabajo de entidades, y de lo muisca dentro de los ejercicios de identidad que pueden tener los jóvenes, o sea que a un joven también se le reconozca su multiculturalidad, pero lo muisca sea un elemento fundamental para que ellos tengan esa opción de encontrarse con eso. Incidimos mucho en lo que fue la participación de los jóvenes en lo ambiental, en la política de juventud con el reconocimiento de dinámicas territoriales, porque no lo contemplan, no se contempla el hecho que un joven también participe en función de un partido, consejo, movimiento o expresiones culturales. Se trata de meter lo ambiental como algo en torno a lo que los jóvenes también pueden participar.”

Finalmente, es necesario aclarar que Territorio Sur está compuesto por varias organizaciones juveniles que trabajan en torno a temáticas ambientales, y por esto desarrollan algunas acciones de intervención como la habilitación de sendero o la reforestación de algunos lugares, dichas acciones hacen parte de la dinámica que configura la organización.

3. Sobre los aprendizajes del proceso.

En primer lugar, es necesario señalar que a pesar de encontrar un buen nivel de consolidación y continuidad con ejercicios de participación como la mes interlocal, aún se encuentran en proceso de consolidación y búsqueda de una forma organizativa a las propuestas estatales, donde coordinen acciones conjuntas sobre las problemáticas de la cuenca.

En segundo lugar, existen puntos de encuentro en las acciones ejecutadas por las organizaciones: consideran que la participación es insuficiente; reconocen la necesidad de fortalecer los procesos formativos sobre los problemas de la cuenca; y consideran que deben ser asumidos por los jóvenes, pobladores, organizaciones, instituciones y sector privado.

En tercer lugar, es necesario aprovechar la riqueza de los procesos comunitarios en función de las propuestas y acuerdos construidos conjuntamente, pues el Estado insiste en proponer una participación descontextualizada de las dinámicas comunitarias. La falta de articulación entre Estado y comunidad organizada beneficiar intereses privados, obstruye logros alcanzados y lesiona la credibilidad de las instancias de participación comunitaria. Ejemplo de esto Cantarrana:

“En las audiencias el distrito no tiene metodología, eso es una tomadera de pelo, se reúne mucha gente para la toma de decisiones institucionales, definen proyectos; porque tienen proyectos que ejecutar - atrasados de todas las administraciones-, entonces sale sobre la legitimación de uno tal o cual proyecto, entonces como quien dice, ‘estamos atrasados en hacer la política pública definida en tales proyectos, y como estamos atrasados las demandas de ustedes las aprovechamos para desarrollar eso’, es un proyecto que está planteado hace muchos años y como hay inundación, se aprovecha para que Cantarrana sea un proyecto y eso es una salida, pero no quiere decir que sea una mirada del problema general, de lo que uno quiere.”

MANTENGÁMONOS EN CONTACTO

  • Bogotá, Colombia
  • Localidad de Tunjuelito
  • +57 319 262 7450
  • info@pedrohernandez.co
Tu mensaje ha sido enviado. Gracias!